Llamada Perdida (2025) "Una llamada desde el más allá… con altibajos"

Título:  Llamada Perdida (Chakushin ari=

País: Japón

Año: 2003

Director: Takashi Miike

Duración: 112 min.

Género: Terror


Llamada Perdida es uno de esos experimentos de terror japonés que llegan en plena oleada post-Ringu, y aunque no alcanza la solidez ni la elegancia de sus predecesoras, ofrece suficientes momentos inquietantes y una premisa ingeniosa como para mantener el interés... al menos durante la mayor parte del recorrido.

Takashi Miike, conocido por sus excesos y su imprevisibilidad, aquí se contiene más de lo habitual y construye una atmósfera clásica de J-Horror: teléfonos que suenan con una melodía maldita, fechas de muerte que llegan por mensaje de voz, y una entidad vengativa que se oculta tras la tecnología. Es un punto de partida atractivo y perturbador que, en sus mejores momentos, realmente logra ponerte los pelos de punta.

El problema es que la película no termina de decidir qué quiere ser: por un lado, quiere jugar a la historia maldita en tono sobrio; por otro, aparecen toques absurdos, casi autoparódicos, que quiebran la tensión. Hay decisiones tonales que descolocan: desde sustos efectivos y silencios bien manejados, hasta escenas que rozan lo ridículo, como si Miike no pudiera evitar colar su sello de rareza incluso cuando no encaja del todo.

A nivel técnico, el film cumple con creces. La ambientación es gris, asfixiante, muy acorde al género, y la música funciona como acompañante del misterio, aunque sin dejar huella memorable. Las actuaciones están correctas, aunque los personajes —especialmente la protagonista— pecan de ser algo planos, víctimas más del esquema de la trama que de un verdadero desarrollo emocional.

Donde Llamada Perdida brilla es en su propuesta visual de la muerte: las escenas donde el destino se revela por adelantado a través del móvil tienen una carga simbólica potente. La idea de que lo inevitable se puede anunciar con tecnología es tan moderna como escalofriante. Sin embargo, ese concepto se repite sin evolucionar mucho, y hacia el final, la película pierde fuerza, se enreda con explicaciones torpes y giros que más confunden que sorprenden.

En resumen, Llamada Perdida es una película irregular, con un arranque muy prometedor y una ejecución que, si bien no es desastrosa, se siente inconsistente. Tiene escenas memorables y una premisa poderosa, pero no termina de cuajar como un clásico del terror japonés. Aun así, para los amantes del género, sigue siendo una llamada que vale la pena atender… aunque uno no vuelva a mirar su móvil con los mismos ojos.


Poster: Filmaffinity

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