El Mono (2025)

Título:  El Mono

País: Estados Unidos

Año: 2025

Director: Osgood Perkins

Duración: 98 min.

Género: Terror


El Mono, dirigida por Osgood Perkins, parte de una premisa prometedora: un misterioso juguete maldito que desata la muerte con cada repique de sus platillos. Con el respaldo de Stephen King como base literaria, era lógico esperar una cinta inquietante, atmosférica y emocionalmente intensa. Pero lo que entrega Perkins es una obra plana, dispersa y desesperadamente carente de tensión.

Lo primero que chirría es el ritmo. Perkins vuelve a sus viejos hábitos de narración pausada, pero aquí el tempo no construye suspense ni ambiente; solo fatiga. La historia se estanca entre saltos temporales poco pulidos, diálogos mecánicos y escenas que, en teoría, deberían generar miedo... pero apenas provocan un bostezo.

El mono de juguete —la gran amenaza de la trama— está tan subutilizado que su presencia pierde impacto rápidamente. En lugar de sembrar pavor, termina pareciendo un accesorio decorativo que aparece de vez en cuando para recordarnos que algo debería estar pasando, aunque no pasa casi nada.

El elenco hace lo que puede, pero los personajes están escritos con tan poca chispa que cuesta empatizar con ellos. La carga emocional que pretende sostener la historia familiar —el trauma, la culpa, el pasado que regresa— queda diluida en una ejecución tibia, donde ni el drama conmueve ni el terror asusta.

Visualmente, la película tiene momentos dignos, sí, pero la estética sombría y controlada no compensa la falta de alma. Hay una frialdad estética que recuerda a otros trabajos de Perkins (I Am the Pretty Thing That Lives in the House, por ejemplo), pero aquí se siente hueca, como si el director estuviera más pendiente de su firma visual que de mantener vivo el latido del relato.

En resumen, El Mono tenía todo para ser un thriller sobrenatural efectivo, pero termina siendo un ejercicio fallido, apagado y predecible. Stephen King merece mejores adaptaciones, y los espectadores, un terror que no los haga mirar el reloj. Una película que no falla por falta de ideas, sino por falta de vida.


Poster: Filmaffinity

Comentarios